Cómo matar al intermediario, o cómo desparasitar la cultura

Todos sabemos que el mundo está plagado de parásitos. No solo el mundo de la biología, sino también el mundo exclusivo de los humanos, la sociedad. Hoy voy a comentar brevemente un vídeo de TED (https://www.youtube.com/watch?v=_VEYn3bXz34&feature=youtu.be) sobre cómo desinfectar tu trabajo de uno de estos parásitos, las editoriales.

 Puesta en contexto: Hernán Casciari (actualmente http://hernancasciari.com) es un escritor argentino que se mudó a España en el año 2000. Estando en España, abrió un blog llamado Orsai, donde narraba cuentos. Los lectores de distintas partes del mundo aparecieron interesados en los cuentos, formando, involuntariamente, una especie de comunidad. Se entablaban conversaciones por medio de los comentarios al final de los cuentos, y el movimiento cogió fuerza, derivando en propuestas de trabajo conjuntas por parte de las editoriales y la prensa. Al aceptar esos trabajos, se impuso un intermediario entre el escritor y el lector, que podía coger distintas formas según la situación: un administrador, un representante, una editorial etc.

 Aquí es donde empezaron a aparecer los problemas: no se le comunicaba la cantidad de ventas al escritor, solo se vendían los libros en los países que interesaban a los editoriales, recortes en la cantidad de palabras en los periódicos etc. Ante esta situación, renunció a las editoriales y periódicos más famosos, para crear su propia revista reglada por su propia moral. Gracias al impulso de los lectores del blog la revista cogió fuerza, y decidieron (Hernán acompañado por la familia y amigos) crear su propia editorial: la normativa sería completamente opuesta a la estándar de una editorial convencional. Después abrieron un bar, como lugar de encuentro para los lectores, y financiado y apoyado por ellos mismos. Al final, el movimiento que empezó con un simple blog, acabó siendo una forma de realizar la cultura alternativa y mejor para los autores y lectores.

 Según las cifras que da el propio Hernán, las editoriales y las empresas distribuidoras se llevan en la actualidad la gran mayoría de las ventas de libros, revistas etc. Un 50% las empresas distribuidoras y solamente un 8% los autores. Además, las editoriales convencionales, no posibilitan la comunicación entre autor y lector, obstruyendo así, toda vía de mejora. El autor Incluso no puede saber la cantidad de copias vendidas. Por ello el proyecto Orsai es tan interesante: porque devuelve el 50% de la venta al autor, porque posibilita la comunicación entre autor y lector, y porque deja ver las estadísticas de ventas al autor.

 En contra de Hernán, argumentaré que estas editoriales posibilitan a autores crear proyectos sin poner en riesgo sus fondos, asumiendo las propias editoriales estos riesgos si el proyecto no sale bien. Pero las cifras son desorbitadas. Las editoriales, se apoderan del trabajo ajeno; no, viven del trabajo ajeno sin incorporar apenas valor en el proceso. Qué es eso sino la definición

propia de un parásito. Es cuanto menos curioso que este vídeo se visualice en una plataforma igual de parasitaria, youtube, en el que los creadores apenas reciben ingresos por sus contenidos. Puede que, en unos años, youtube también se Orsai-ce.